Ahora al menos una vez por semana mis hermanos lo recuerdan. Los mayores tuvieron un entrenador que los lanzaba a la mitad de la piscina con albornoz y chancletas incluido, ellos tenían que ser capaces de salir a flote y alcanzar el bordillo. Mi hermano nada más ver al entrenador se echaba a llorar, pero no servía de nada. Mi hermana ya tenía cierta habilidad en quitarse el albornoz y salir a nado. Al final acabaron por aprender a flotar, no había más remedio.
Mi otra hermana recuerda que había una chica en su clase que siempre vomitaba en el agua y tenían que salir todos corriendo. Es muy gracioso oírla contarlo.
Yo no sé nada de mi experiencia, a mi madre no le gustaba nada llevarme, pero pensaba que era bueno para hacerme fuerte. Ahora me rió cuando me lo dice, aunque no creo que lo hiciese en el momento, y surgió efecto ahora me encanta el agua, aunque no creo que fuese la mejor manera.
Mi otra hermana recuerda que había una chica en su clase que siempre vomitaba en el agua y tenían que salir todos corriendo. Es muy gracioso oírla contarlo.
Yo no sé nada de mi experiencia, a mi madre no le gustaba nada llevarme, pero pensaba que era bueno para hacerme fuerte. Ahora me rió cuando me lo dice, aunque no creo que lo hiciese en el momento, y surgió efecto ahora me encanta el agua, aunque no creo que fuese la mejor manera.