Hace unos años dejé de competir, mi familia dio mayor prioridad al inglés. Pero seguía con el entrenamiento habitual, y con la misma gente, excepto mis hermanos, que no podían compaginar la universidad con el deporte.

Ahora continúo con el entrenamiento habitual, todos los lunes, miércoles y viernes. La verdad es que mis padres no tienen demasiadas ganas con que siga haciendo este deporte, quizás porque la gente con la que nado no les entusiasma demasiado, supongo que son prejuicios.

El sábado hay competición en Artzanda, participarán al menos 130 personas de entre 15 y 25.
Pero no iré.