A los 3 años empecé a ir a un club cerca de mi casa, aprendí a nadar espalda, braza y crawl. Lorea, la entrenadora se empeñaba en que tuviésemos buen estilo así que una de las tres clases semanales la dedicábamos a aprender el estilo fuera del agua, ella nos demostraba como se hacia y nosotros la imitábamos apoyando las manos en la pared como si estuviésemos agarrando una tabla.